¿Alberdi vs. Fragueiro?

Hace unos pocos días alguien esbozó en el curso una crítica a las ideas de Alberdi con base en las pretensas opiniones de Mariano Fragueiro.

Si bien el aporte de Alberdi a la fundación de Argentina es indiscutible -algunos lo consideran el “Padre de la Constitución Nacional”- el frustrado intento advierte la conveniencia de detenerse en la consideración de los métodos que se utilizan para la interpretación de textos.

Las palabras son símbolos que utilizamos para comunicarnos. Nos sirven para expresar ideas concretas como “perro” o “agua”, pero también sentimientos abstractos como “amor” u “odio”. De allí entonces resulta importante entender que ellas no necesariamente tienen el mismo sentido para todas las personas y esto así porque la construcción de su significado resulta de una experiencia personal y única.

La hermenéutica es el arte de interpretar las palabras mediante las cuales los hombres expresan sus pensamientos, en particular en un texto. En tanto método, aporta un conjunto de normas directrices y representa un esfuerzo del hombre para comprender a su semejante. Dilthey fue uno los principales hermenéutas del siglo XIX. Ël postuló el uso de un método de interpretación “vivido” en sustitución del cartesiano o teorético, antes predominante, que combina una descripción y análisis tanto psicológico individual como social histórico de los textos y de sus autores en sus contextos.

El principio esencial de la correcta hermenéutica es dar pleno efecto a la intención del autor, tendiendo a armonizar su opinión con el orden de ideas vigente. Si es posible que un pensamiento pueda dar lugar a diversas interpretaciones debe preferirse aquella que guarde mayor armonía con ese orden de ideas vigente. La interpretación de un texto no puede ser realizada en un estado de indiferencia respecto de la mira que ha tenido su autor y sin tener en cuenta el contexto social en que tal resultado fue previsto originariamente.

Si bien la hermenéutica y el materialismo dialéctico han coincidido en su oposición al positivismo clásico, debe subrayarse que el materialismo dialéctico que expresan Lenin y Stalin y que aun hoy goza de cierta simpatía en algunos círculos políticos latinoamericanos es una concepción e interpretación del mundo que contradice a la de la hermenéutica.

A modo de ejemplo y simplificando el problema: en tanto que para la hermenéutica los objetos no pueden existir «sin la mente» del hombre y los objetos son «combinaciones de sensaciones»” para los marxistas los objetos existen fuera de la mente y las ideas y sensaciones son copias o imágenes de esos objetos. Quizás sea Thomas S. Kuhn, entre varios brillantes filósofos, quien con mayor éxito haya contribuido al desarrollo de la concepción hermenéutica de la ciencia vigente en el mundo occidental.

Rubén Bourlot -quien entre otros importantes trabajos ha escrito una recomendable monografía sobre Mariano Fragueiro- y a quien consultara al respecto, en comunicación personal me ha referido que “Es verdad que en muchas ocasiones las ideas de Alberdi y Fragueiro no coincidían, no obstante en “El crimen de la guerra” encontramos al Alberdi más esclarecido, siendo que se trata de un crudo alegato contra la bárbara guerra contra el Paraguay. ….. Hay que tener en cuenta que ambos (Alberdi y Fragueiro) fueron colaboradores de Urquiza y aportaron lo suyo. Hoy es habitual escuchar a «historiadores» y opinadores que dicen cualquier cosa sin ningún rigor científico y sin una interpretación seria de la realidad política….”

Los alumnos y lectores en general podrán encontrar escritos sobre Mariano Fragueiro siguiendo los links que siguen a continuación.

Monografía del Prof. Bourlot

Comunicación del Dr. Alberto Dalla Via, Depto. Derecho Publico de la Facultad de Derecho, UBA, a la Academia Nacional de Ciencias Sociales y Políticas “Los aportes de Mariano Fragueiro, Pedro De Angelis y Juan Bautista Alberdi a la Constitución de 1853” 10-06-2009.

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6 Respuestas a “¿Alberdi vs. Fragueiro?

  1. Si bien en muchos puntos ambos autores se han diferenciado, en esencia no estuvieron tan lejanos en su pensamiento. Nunca representaron posiciones extremas. Ambos coincidieron en un intento de organización de la economía del incipiente país, quizás en algunos puntos de forma distinta pero como organizadores al fin.
    Bien reconocida es la influencia de J. B. Alberdi en la conformación de la constitución, no tanto los aportes que a la norma fundarte ha hecho M. Fragueiro. Coinciden entonces con el aporte que han hecho a la convención constituyente a la hora de conformar la Constitución de 1853-1860.
    Contextualizados en un mundo liberalista y defensor de las libertades individuales, ambos coincidieron en la necesidad de un derecho de propiedad amparado en la constitución y en la necesidad de demarcar los recursos del tesoro nacional.
    Con puntos de vista diferentes, ambos autores han sabido expresar la necesidad de aduanas, Alberdi por la libre navegación de los ríos, Fragueiro por la necesidad de un Estado que fortalezca lo nacional y grave lo extranjero.
    En última instancia fueron las diferencias las que a la postre han servido para el crecimiento y desarrollo del país. Como expresa la filosofía Hegeliana, simplificándola quizas incluso demasiado, el desarrollo puede darse ante la afirmación, la negación y la posterior síntesis (formación de algo mejor como resultado del encuentro de dos posturas diferentes pero con un mismo objetivo).
    Cabe aclarar que la critica a ambos autores de nuestra historia, debe enmarcarse en el contexto de la época, no se puede soslayar tal asunto por que todas sus ideas estarian fuera del plano temporal donde fueron concebidas. Distinto sería que un Alberdi o un Fragueiro intentaran imponer sus ideas en estos tiempos, cosa que ,según mi humilde opinión, resultaría descabellado e incluso imposible

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    • Este relevante comentario de Joaquin da pie para sugerir la lectura -en algun momento libre- de «Un Análisis De La Tercera Posición» del Profesor Marko Djuranovic de la Layton High School, del 28 de noviembre de 1997, cuyos primeros parrafos me permito traducir a los fines de interesar al lector

      «La Argentina de Juan Perón; un Análisis de la Tercera Posición»

      En abril de 1949, la Universidad de Cuyo patrocinó un Congreso de Filosofía en Mendoza, Argentina. El evento reunió a mas de doscientos filósofos de diecinueve naciones y fue famoso por la presencia de un individuo – Presidente Arentino Juan Perón. Jugando el papel de filósofo, Perón presentó un papel en que él reveló un conocimiento íntimo de la filosofía alemana del siglo XIX. Perón criticó las ideas de Friedrich Hegel y Karl Marx, etiquetándolos como demasiado extremas. Lo que se necesitaba, según Perón, era un termino medio entre los dos filósofos que él llamó la Tercera Posición (Blanksten 281). Esta etiqueta tuvo éxito en seguida, no por el interés del público en la filosofía sino para su aplicación inmediata en la Guerra Fría. Los argentinos tomaron la Tercera Posición para ser una reafirmación de la tradicional neutralidad Argentina; una política exterior que no requería un compromiso con la Unión Soviética o los Estados Unidos. Comprendiendo que esta ideología era favorable a la política Argentina»,» Juan Perón transformó la Tercera Posición rápidamente de una dialectica complicads en una doctrina nacional simplificada (Whitaker, Argentina 133). Él defendió que los países subdesarrollados tenían poco interés en la Guerra Fría porque ninguno de los dos extremos, capitalismo o comunismo, podían resolver sus problemas. La única manera de mejorar las condiciones económicas de Argentina de verdad, Perón propuso, era equilibrar los dos extremes encontrando el termino medio – la Tercera Posición (Rossi 932). Así, de 1949 a 1955, la Tercera Posición fue la política exterior de Argentina. Sin embargo, a través de un análisis cuidadoso de las fuentes disponibles, se pone claro que la Tercera Posición de Juan Perón no era en absoluto el termino medio entre la Rusia y los Estados Unidos. Al contrario, la Tercera Posición representaba principalmente al capitalismo, sólo creó una ilusión que Argentina era podia desafiar a los Estados Unidos, pero no mejoró sus condiciones económicas.
      Aunque Perón clasificó la Tercera Posición como un intermedio entre el capitalismo y el comunismo, la propia doctrina apoyaba al capitalismo.

      Ensayo del Prof. Djuranovic

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  2. jacueline saralegui

    Comparación ideológica de Mariano Fragueiro y Juan Bautista Alberdi.

    Analizando las ideas centrales de estos próceres que si bien tienen diferencias entre si encontramos características en común como la construcción de la Argentina a través el bienestar de todas las provincias mediante el progreso económico, apuntan a la protección de la propiedad e industria, al manejo de un sistema financiero independiente, protegiendo la moneda nacional y reconociendo la deuda pública, al libre comercio y manejo de las mejoras de infraestructura y al gobierno quien tiene la función fundamental de proteger la liberad de expresión. Esos son algunos de los valores fundamentales que reflejan dos personas que claramente en la historia se ve marcada sus líneas políticas y que en un punto esencial los unen, en la defensa del poder económico nacional junto a la soberanía política que se plasma en ambas constituciones y que a veces el pueblo a través del tiempo olvida a dos patriotas quienes formaron las bases político económica de un país en desarrollo.
    jacqueline saralegui

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  3. Gisela V. Rodríguez

    Alberdi y Fragueiro

    En primer lugar, me interesaría aclarar que realmente no conocía la existencia de Mariano Fragueiro hasta la clase enunciada por el profesor en este blog, mientras que sí conocía la existencia e ideas de J. B. Alberdi, mayormente por sus influencias en nuestra Constitución Nacional.

    Luego de las lecturas recomendadas, puedo ver (además de la razón de no conocer sobre Fragueiro) que más allá de las diferencias inconciliables que en un primer momento creí que existían por lo discutido en clase, hallo una primer coincidencia esencial entre los autores: a pesar de sus diferencias político-económicas (supuestamente uno más cerca del liberalismo, y otro más apagado al proteccionismo), estos dos personas de la historia actuaron de buena fe, pensando que sería lo mejor para la naciente Argentina. Eran dos intelectuales, con diversas formaciones puede ser, pero ambos con un sentido del patriotismo muy marcado: su interés era para con la Confederación. Lo vemos en sus ansias de investigar, analizar, leer, escribir todo relacionado con la mejor manera posible de lograr que su tierra prosperara.
    Por otro lado, ambos autores influyeron en los articulados de la Constitución Nacional de 1853, que aún hoy (y con sus reformas), se encuentra en la cúspide de nuestro sistema jurídico.
    Además, me llamó la atención que muchas ideas incorporadas a la Constitución a instancias de Fragueiro (como ser la creación de un Banco Nacional, lo relativo a la aduana, al crédito público), fueron luego analizadas por Alberdi en su libro “El sistema rentístico y económico de la Confederación según su Constitución de 1853”. Contrariamente a lo que se pueda pensar, Alberdi, en general, está a favor de las posturas adoptadas, y de cómo ellas pueden ayudar a la Confederación a mejorar y crecer.
    Finalmente, otro punto que creo se debe destacar, es que ambos protegen los mismos institutos, aunque puedan tener alguna diferencia en el “Cómo hacerlo”. Por ejemplo, algo esencial en los articulados de nuestra Ley Fundamental es la protección de la Libertad y de la Propiedad Privada. Ambos autores defienden esto, ninguno de los dos reniega de ellas.

    Es muy difícil a veces ponernos en la época en la que los diversos autores escribieron, pero es muy importante al considerar sus ideas, analizar qué experiencias tuvieron, y con qué experiencias (poco más de 150 años de historia Argentina y Mundial), las leemos nosotros actualmente.
    Teniendo en cuenta esto último, estos escritos, libros, e ideas no deben ser leídos para criticar y dilapidar a sus autores, sino para tratar de aprender qué sirvió, qué no, qué se puede mejorar y saber que a pesar de todo, es muy difícil prever como se darán las cosas en el futuro.

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  4. Leandro Cosentino

    En mi opinión ambas posturas son respetables y de ninguna forma incompatibles. Si bien entre ambos autores puede haber cierta discrepancia en algunos asuntos secundarios, la esencia de lo que plantean es asimilable (por no decir idéntica). Ámbos se caracterizan por defender la libertad (económica, en un aspecto amplio).
    Si bien el significado de las palabras de uno u otro autor puedan llevarnos por distintos caminos, cabe valorar la interpretación final que se haga de ellos, concluyendo a estas situaciones asimilables. Cualquier crítica, fundada en un argumento convincente, no debe dejarse de lado, porque cada una de ellas hace al enriquecimiento cultural, siempre que éstas no desameriten al autor o sean de caracter destructivo.
    Otro aspecto a tener en cuenta es el contexto. Éste aspecto es un factor influyente al momento de la interpretación de un texto; esto incluye tanto a la época como al lugar. Los textos en cuestión, hoy en día, puede que sean incompletos y hasta podría decirse desactualizados; pero cualquier cuestionamiento que sobre ellos se haga se deberá hacer desde la posición del autor que lo llevo a redactar su propio artículo teniendo en cuenta lo que mencioné: el contexto (tanto el sociopolítico como el cultural).

    Espero sirva el comentario.

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  5. Está al salir mi trabajo: Mariano Frageiro y la Constitución económica de 1853, publicado por la Editorial de Entre Ríos y será presentada el 2 de mayo en la Feria del Libro

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