Los desastres que día a día hacen, en este caso las mineras con nuestro ambiente y recursos naturales son bastante conocidos por todos. Esto se agrava todavía más cuando instituciones como las universidades públicas, que deberían usar son conocimientos y recursos para velar por el beneficio social, no solo no investigan las verdaderas consecuencias de las prácticas mineras (entre muchos otros casos), sino que ahora reciben dinero de las mismas empresas que deberían estar investigando, avalando de esta forma la destrucción de nuestro recursos.
Declaracion del Centro de Estudiantes de Veterinaria de la UBA