Para el griego «lo agonal es la fuerza impulsora de la creación vital. Los griegos son un pueblo de competidores porque lo agonal marca todos los campos de la vida y de la cultura, los encuentros atléticos y la educación general en los gimnasios, la formación castrense de los ciudadanos y la competencia económica, la disputa guerrera y la rivalidad artística. Los ejercicios físicos son los primeros promotores de lo agonal y continúan siendo más tarde el núcleo creador desde el que irradia el espíritu de emulación a todos los sectores de la vida. Son el manantial de energía del que, durante muchos siglos se alimenta el deseo de actividad. Los deportes, expresión de fuerza vital casi inagotable, impulsan sin cesar al griego a abandonar su indolencia y exigen de él que salga airoso ante el público. El individuo ambicioso y la comunidad enérgica se convirtieron en unidad nimámica. Sin el conocimiento de este desafío a lograr hazañas sobresalientes y de su logro por los individuos al servicio de la comunidad, resultan incomprensibles los trascendentales éxitos culturales alcanzados por los griegos. La ambición del éxito y el anhelo de la fama son algo más que una mera vanidad superficial y atestiguan un ansia de inmortalidad, una tendencia a seguir viviendo en el pensamiento de los parientes y en la memoria de todos los hombres por sus actos personales. Demuestran una búsqueda de la fama nacida de la aspiración a la vida eterna.»
Popplow, Ulrich, «Las épocas del deporte griego». Publicado en «Citius, Altius, Fortius» (Comité Olímpico Español) II, 1960.
Nestor Guillermo Saruba 